Petición inesperada de La Jefa
La Jefa interrumpió la cuarta gala de nominación de La Casa de los Famosos México y dejó sorprendidos a los habitantes con una inesperada petición. La autoridad máxima pidió a los famosos dirigirse al sillón de la sala antes de iniciar el proceso de votación, lo que generó incertidumbre en el grupo.
La Jefa cambia el ambiente
Minutos antes de que los participantes entraran al confesionario este 20 de agosto, la dinámica fue modificada. La Jefa instruyó a todos para que permanecieran en el sillón y advirtió que unos pequeños elementos tendrían un papel clave en la nominación.
Mientras en el foro Galilea Montijo hablaba de lo que ocurriría esa noche, la máxima autoridad pidió que los habitantes no tocaran los objetos frente a ellos. La indicación fue clara: esos puerquitos serían parte fundamental del proceso.
Instrucciones precisas de La Jefa
“Todos al sillón de la sala en este instante”, ordenó. Posteriormente, explicó que en la dinámica de esa noche tendrían socios inesperados. Reiteró que podían observarlos, incluso encariñarse, pero no tocarlos.
Cada participante tendría un puerquito, y aunque no reveló su función exacta, quedó en claro que marcarían la diferencia en las nominaciones. La advertencia aumentó la expectativa entre los habitantes, que intentaban descifrar lo que ocurriría.
Reacciones de los habitantes
Las preguntas no tardaron en llegar. Aldo de Nigris quiso saber si serían destruidos, mientras que Mar Contreras cuestionó si podrían elegirlos. Ninguna respuesta directa fue dada. La Jefa solamente indicó que los descubrirían en el transcurso de la noche.
Facundo, entre risas, señaló que no se les daría más información de la que ya habían recibido. La expectativa creció en la sala, pues todos sabían que la dinámica sería distinta a lo habitual.
Protagonismo inesperado en la gala
La Jefa insistió en que los puerquitos serían protagonistas de la jornada. Con ello, la ceremonia de nominación adquirió un tono distinto, lleno de misterio y tensión. Los habitantes quedaron expectantes, atentos a cada movimiento, sin poder prever lo que vendría después.