El difícil adiós de una madre
La vida de Lisa Marie Presley estuvo marcada por tragedias personales, pero pocos conocían el alcance de su dolor tras la pérdida de su hijo.
La pérdida que devastó a Lisa Marie Presley
En el 2020, Benjamin Keough, el único hijo varón de Lisa Marie Presley, falleció a la edad de 27 años. El impacto de esta pérdida dejó a Presley devastada. En su autobiografía póstuma «From Here to the Great Unknown», la cual fue completada por su hija Riley Keough, se revela el profundo dolor que atravesó Lisa Marie. Decidió mantener el cuerpo de su hijo en su casa durante dos meses antes de su entierro.
La conexión emocional con su hijo
En el libro, se explica cómo Presley mantuvo el cuerpo de Benjamin en un dormitorio separado dentro de su hogar, utilizando hielo seco para preservar el cuerpo. “Nos dijeron que podíamos mantenerlo con nosotros si lo deseábamos”, relató Riley Keough, citando las palabras de su madre. Este acto de mantener el cuerpo de su hijo fue una forma de honrar el vínculo emocional que compartían. Lisa Marie buscaba tiempo para despedirse, una experiencia que también había vivido cuando falleció su padre, Elvis Presley, en 1977.
La importancia de prolongar el adiós
Lisa Marie explicó que en el estado de California no hay leyes que exijan un entierro inmediato. Por ello, decidió conservar el cuerpo de su hijo en su hogar. Se sintió “afortunada” de haber encontrado una manera de prolongar la despedida y de aceptar gradualmente el entierro de Benjamin. A lo largo de este proceso, Presley encontró consuelo en poder «seguir criándolo» de alguna manera.
Reposo final en Graceland
Hoy en día, tanto Lisa Marie como su hijo Benjamin descansan en Graceland, junto a Elvis Presley, creando un lazo eterno con su padre en el lugar que simboliza el legado de la familia Presley.