Trayectoria y cambio de vida
La historia de Lucy Buj es un claro ejemplo de cómo la vida puede dar giros inesperados. Reconocida por su talento en el cine mexicano desde pequeña, Lucy Buj fue una figura destacada en la pantalla grande. Sin embargo, su carrera fue abruptamente interrumpida, y actualmente su nombre se asocia también con una vida alejada del espectáculo, donde se ha encontrado en un entorno muy distinto: el tianguis.
Una estrella infantil que conquistó al público
A finales de los años 60 y principios de los 70, Lucy Buj fue la niña que sorprendió en la película María Isabel, interpretando a Rosa Isela, un papel que mostró su gran capacidad actoral a tan solo 9 años. Su apodo, “La Güerita de las trencitas”, se popularizó tras sus participaciones en títulos como El libro de piedra, Primera comunión, y Las aventuras de Juliancito, entre otros.
El retiro forzado por acoso
Fue entre 1968 y 1970 cuando Lucy Buj fue obligada a tomar una decisión difícil. Tras sufrir acoso por parte de un director de cine, su carrera fue abruptamente detenida. Se recuerda que se le pidió acudir a la casa del director para firmar un contrato, lo cual rechazó con firmeza. En sus propias palabras, se afirmó que ese episodio fue el fin de su trayectoria artística en aquel entonces.
Una nueva etapa lejos de las cámaras
Alejada del cine, Lucy Buj decidió estudiar para convertirse en intérprete y traductora, especializándose en idiomas como inglés y francés. A pesar de que su vida profesional cambió radicalmente, también se ha dedicado a vender en tianguis, donde ha sido reconocida y recordada por su pasado en el cine mexicano.
Actualmente, se señala que Lucy Buj no descarta regresar a la actuación, ya que la pasión por las artes dramáticas permanece viva. Su historia es un testimonio del cambio y la resiliencia, mostrando que a pesar de las adversidades, se puede construir una nueva vida con dignidad y esfuerzo.