Pablo Lyle y el incidente que cambió su vida
El 31 de marzo de 2019, Pablo Lyle iba con su familia al aeropuerto de Miami para regresar a México, después de unas vacaciones.
Su cuñado conducía el auto en el que viajaban, cuando hizo un giro en U que molestó a otro conductor, Juan Ricardo Hernández, un cubanoestadounidense de 63 años.
Hernández se bajó de su vehículo y se acercó al auto de Lyle, golpeando el vidrio.
El actor y su cuñado también se bajaron a discutir con él.
En medio de la pelea, Lyle le dio un puñetazo en la cara a Hernández, quien cayó al suelo y quedó inconsciente.
Luego, Lyle y su cuñado huyeron del lugar y continuaron su camino al aeropuerto.
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Hernández fue trasladado a un hospital, donde estuvo cuatro días en coma.
Finalmente, su familia decidió desconectarlo del respirador artificial que lo mantenía con vida y falleció.
El proceso legal que lo declaró culpable
Lyle fue arrestado bajo el cargo de asalto agravado y luego liberado bajo fianza de 5.000 dólares.
Sin embargo, cuando se conoció la muerte de Hernández, el cargo se elevó a homicidio involuntario y la fianza aumentó a 50.000 dólares.
El actor se declaró inocente y dijo que actuó en defensa propia, amparándose en la ley de Florida que permite usar la fuerza letal si se siente amenazado.
Sin embargo, un video captado por una cámara de seguridad mostró que Hernández no representaba una amenaza para Lyle cuando este lo golpeó.
En octubre de 2022, un jurado en Miami lo declaró culpable de homicidio involuntario y lo sentenció a cinco años de prisión y ocho años de libertad condicional.
Además, deberá hacer 500 horas de servicio comunitario y asistir a clases para controlar su temperamento.
¿Pablo Lyle podría ser deportado a México?
La defensa de Lyle ha apelado la sentencia y ha pedido que el actor sea deportado a México.
Donde podría cumplir su condena en una cárcel de su país.
Para ello, debería renunciar a su visa estadounidense y aceptar no volver a ingresar a Estados Unidos.
Según la abogada Sandra Hoyos, experta en inmigración, hay altas posibilidades de que esto ocurra, siempre y cuando México acepte recibirlo y garantice que cumplirá con la pena impuesta por la justicia estadounidense.
Sin embargo, esta opción no es del agrado del actor, quien ha expresado su deseo de quedarse en Estados Unidos con su familia.
Además, según Hoyos, si Lyle es deportado perdería el derecho a apelar la sentencia y quedaría con antecedentes penales que le impedirían volver a trabajar como actor en ese país.