La grafóloga encuentra inconsistencias
El lunes 17 de junio, Ángela Aguilar emitió su primera declaración pública desde que confirmó oficialmente su romance con Christian Nodal. La cantante, en medio de la polémica, ofreció una entrevista con la revista Quién, acompañada de una sesión fotográfica, donde abordó temas sobre su carrera musical, su familia y su relación con el músico mexicano. Maryfer Centeno analizó esta entrevista y encontró incongruencias en las expresiones de la joven artista.
La entrevista de Ángela Aguilar
En la entrevista, la intérprete de «Gotitas Saladas» dejó entrever que la opinión pública le ha afectado. Prefirió no revelar “su verdad”, argumentando que explicar su actual noviazgo podría interpretarse como un acto de culpabilidad. Asimismo, pidió que la dejen vivir a ella y a Nodal.
Análisis de Maryfer Centeno
Maryfer Centeno observó cuidadosamente la entrevista en video publicada el 18 de junio. Analizó el vestuario, los gestos y los movimientos corporales de Ángela Aguilar al hablar de su situación amorosa. La grafóloga comentó:
“Me parece que no solamente estaba muy pensada y ensayada la respuesta, sino que la elección de palabras no fue la adecuada”.
Gestos y postura
Maryfer Centeno destacó que Ángela usó un color azul en su vestuario, una postura cerrada y una mirada muy seria. Al ser preguntada sobre su supuesta boda, su reacción fue de rechazo, echándose hacia atrás. Este gesto fue interpretado como molestia. La grafóloga señaló un cambio en el tono de voz de la cantante, pasando de un tono infantil a uno más fuerte y defensivo.
Respuestas y lenguaje corporal
Durante la entrevista, cuando Ángela Aguilar respondió sobre si contrajo matrimonio, afirmó: «Luego me caso» y cerró un ojo a la entrevistadora. Según Maryfer Centeno, este guiño y el movimiento de sus piernas delataron nerviosismo. Además, la especialista observó que su tono de voz se escuchaba plano, sugiriendo un diálogo memorizado, y que mostraba tristeza y enojo al hablar de las enseñanzas de sus padres y su abuela Flor Silvestre.
En conclusión, Maryfer Centeno interpretó que Ángela Aguilar mostró signos de nerviosismo y contradicciones en su lenguaje corporal, lo que sugiere que estaba a la defensiva y que su discurso había sido ensayado.